Rozando el larguero

27 de marzo de 2016; domingo de resurrección. Debut en mi tierra en esta temporada, con critérium en el bulevar Felipe González de Dos Hermanas; pa que nos entendamos, una circuitada… o sea, carrera a lo Indiana Jones. Látigo va, látigo viene. Circuito de 1500mt. al que según reglamento había que dar 45 vueltas (WTF???) en mi categoría, pero que al tener que pasar de 3 a 5 mangas (puesto que la gente en semana santa no tiene otra cosa que hacer más que ir a correr) se redujeron a unas más que suficientes 20.

Me notaba ciertamente nervioso; por la tromba de agua que cayó yendo hacia Sevilla; por ese debut; volver a ver a mi brother que ya hacía tiempo; ver a mis antiguos compañeros del Scirocco y a otros tantos amigos de las carreras del sur; carrera andaluza, y de ranking… condicionantes que me mantenían con una tensión impropia de mí para afrontar una prueba. El haber besado el suelo en Bargas me hacía también estar mucho más atento, con las orejas “parriba” como un pastor alemán. Mas lo que con total certeza me mantenía a 2 metros sobre el suelo, era la presencia de mi mujer y mi niño, a los que sabía que no decepcionaría hiciera lo que hiciera, pero que me apetecía brindarles una buena actuación.

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Saludos y abrazos por doquier, la gente se alegraba de verme… y sobre todo de ver mi bici, la gran protagonista; pocos habían que no conocieran el momento robo y pocos fueron lo que no preguntaron acerca de su posterior recuperación. La verdad es que me siento muy querido allá donde voy, ¡todos me tratáis muy bien! ¡Grazie! Una de las personas a las que aprecio, habitual para mí en las carreras del sur y no estaba es Fco. Javier Cano; eché de menos verte y charlar un ratito.

Esta carrera me refrescaba grandes momentos vividos en 2015, pues fue la primera de tantas donde realicé un papel digno; recuerdo que desoí las instrucciones del dire, que me ordenó mantenerme a la expectativa junto a mi compañero Pedro para un futurible sprint, y que los teóricos menos rápidos estuvieran a los cortes… después de pocas vueltas comencé a moverme en cabeza de grupo saliendo como un resorte a los palos y trabajando bien toda la carrera; aunque eso me hizo ganarme un rapapolvo al terminar, pues no hice lo que se me pidió.

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Para este año, con mis nuevos colores y no tener compañeros de equipo por los que estar velando, tenía la estrategia meridianamente clara… “Manué, hoy no te tiene que dar el aire en la cara en ningún momento”, me dije. Sí coño, aún tengo en mi cabeza primordialmente ACABAR, y para ello hay que guardar; lo que luego uno pueda conseguir viene por añadidura. Es lo que tenemos los chepas, que los momentos de gloria tienen que ser muy relevantes, para saborearlos mejor. Además, la semana ciclista había comenzado con una ruta a la que fui invitado, de 175kms; con mis amigos Eugenio Moreno y Óscar Mañez, así como otros tantos más, aderezada con varios puertos, acumulando +3700mt. por la sierra gaditano-malagueña el jueves santo (vaya estación de penitencia compadre…). Y la guinda fue la salida de “activación” del día anterior… 105 kms. con mi familia ACG y el gran Alejandro Ortega. Vamos, que llegué a la carrera creyendo que iba con lo puesto.

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Tras disfrutar de las primeras mangas viendo como mi niño, sin aún cumplir los 3 años, se lo pasaba en grande viendo “las carreras de bicis, papi”, y con un calentamiento con mi bro, me fui para la salida a ver qué tal se daba eso. Parrilla de salida de los últimos… vaya tela; sin embargo una vez allí, una sensación de tranquilidad me invadió. La misma sensación que tenía cuando iba a los exámenes de la facultad, muchos nervios previos pero una vez que llegaba la hoja de examen, tranquilidad al leer las preguntas. Eso me proporcionó un cosquilleo satisfactorio… “esto empieza bien, Balín”.

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Estrategia llevada al milímetro, yendo las primeras vueltas de las 20 totales en la mitad del grupo, incluso más retrasado. Sin pasar apuros. Una vez completamos la tercera vuelta, tenía meridianamente claro que si no sucedía nada extraño, terminaría la carrera sin mayor problema, lo que me dio aún más confianza. Fueron sucediéndose las vueltas e intentaba gastar lo menos posible, siempre cubierto, desarrollo cómodo, sin florituras ni subir/bajar vanamente del grupo. Cierto es que si se hubiera cuajado una escapada, no habría reaccionado, pues iba a refugio del paquete; conforme cruzamos el ecuador de la carrera, comencé a ser consciente del gasto ingente de fuerzas que estaba haciendo mucha gente. Había algunos compañeros que iban paulatinamente perdiendo posiciones, quedando relegados a zonas traseras y a los que veía apretar los dientes para simplemente mantenerse en el grupo en cada látigo… no quiero pecar de sobrado ni mucho menos, simplemente yo no gasté lo que ellos, que estuvieron dando la cara toda la carrera mientras yo iba resguardado, pero ciertamente, iba de verdad cómodo. La pena fue ver como mi brother, que estaba haciendo una magistral carrera en cabeza siempre, se veía relegado a abandonar por avería mecánica; aunque un compañero de su nuevo equipo de Lora del Río (buenas gentes!!!) le prestó su maquinón para intentar acabar, no pudo finalmente. Dejamos esta instantanea para que se vea la pose… aunque el culote es un poco globertroter… jajajajajajaja.

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Al paso por la vuelta 15, comencé casi sin querer a tomar posiciones de la primera mitad del grupo y aquí ya me dije que había que ir tirando filetes a la candela… bueno, poniendo la carne en el asador. Ya alguna que otra vez tomé la cabeza del grupo o salía a alguna arrancada delantera, pero las sensaciones no eran quizás las más halagüeñas. No me cuadraba, al haber estado toda la carrera sin moverme; pero ciertamente e intentando buscar una lógica a ello, las barbaridades asumidas por mis patas entre el jueves y el sábado, sumadas al entrenamiento específico podrían tener algo que ver en esas sensaciones; lo del entrenamiento específico lo comento ya que a la altura de la temporada que nos encontramos, la zona 5 de potencia, la adecuada para este tipo de carreras, aún no se ha tocado en demasía; además, el realizar los entrenamientos en posición grimpeur para favorecer mi mejora escaladora entiendo que quizá se perjudique un poco esa zona 5… no voy ahora a querer ser el Eddy Merckx de los máster.

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Total que nos encontramos en la última vuelta; paso por contrameta… unos 4 ó 5 compañeros cogen unos breves metros de ventaja y hete aquí que me encuentro en cabeza del grupo tras la rueda de Fernando Yélamo del Marbella Bike (a la postre ganador de la carrera), que a su vez iba tras Jesús Benjumea (finalmente 2º clasificado), de Polsando; dos patas negras que andan lo indecible. Tras de mí, un elenco de súper clases… la cosa pintaba bien. Pues arrancón espectacular de Jesús para cazar a ese mínimo corte y salida fulgurante de Fernando tras él; lo veo, lo huelo, lo siento… ESA ES, OSTIA!!!! Cargo dos coronas rápidamente e intento seguir la rueda de Fernando. Imposible, esa no es mi liga; consigo despegarme un pelín del grueso de grupo pero soy absorbido presto, mis piernas no dan para tanto. Lo bueno es que de los que iban tras de mí, solo unos pocos guardaban fuerzas para rematar, quedándome en una posición puntera. Salida de la última curva a rueda de Jose Miguel Andrades, del Serman, al que le aguanto la embestida al sprint pero no consigo superar, finalizando en un más que meritorio 11º puesto. Todo ello viendo a Fernando y Jesús como completaban la prueba en las dos primeras posiciones respectivamente (cagon10… XD).

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Antes que lo olvide agradecer a Pepe Fireman Sevilla, el equipo American’s Game de Jerez y a Rocío Manzano de Sevilla Sports, sus magníficas fotos. Y por mi parte, pues que puedo decir, más que satisfecho, más que contento. Que a estas alturas de la temporada ya haya conseguido rozar el top ten es muy buen premio. Además, esta vez sí que he tenido la sensación que de haber tenido un hilito más de fuerzas, habría acabado dentro del podio. Y me llevé el mejor trofeo que alguien pueda tener, el reconocimiento de todos; y sobremanera de mi mujer y mi niño, que me dieron un abrazaco que vale más que todas las chapas del mundo.

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